Hay algo profundamente poético en el hecho de que podamos dividir una barra de chocolate en partes iguales, repartir un litro de agua entre varias botellas o medir con exactitud el tiempo que tarda en hervir el café. Todas estas acciones - aparentemente simples - se sostienen sobre una de las herramientas más elegantes de las matemáticas: los números racionales.
Y es que los números racionales no solo habitan en los libros de texto o en las clases de matemáticas. Viven con nosotros. Están en cada receta, en cada precio, en cada cálculo que hacemos sin darnos cuenta. Comprender qué es un número racional es acercarse al orden invisible que da forma a nuestra vida cotidiana.
Si nunca entendiste muy bien qué son los números racionales, imagina esto: son todos esos números que usamos cuando dividimos, medimos o repartimos algo. Y sí, también los usas tú, incluso sin darte cuenta.
Definición de números racionales: qué son, cómo se escriben y por qué son tan importantes.
Un número racional es cualquier número que puede expresarse como el cociente entre dos números enteros, es decir, como una fracción cuyo numerador y denominador son enteros, y el denominador es distinto de cero. Por ejemplo, 3/4, -2/5 o incluso 7 (que también es racional, ya que puede representarse como 7/1).
🤓 Explicado en palabras simples: imagina que tienes una pizza entera (eso sería un número entero, como el 1). Si la cortas en 4 trozos y te comes 3, entonces comiste 3/4 de pizza. Ese “3 dividido entre 4” es un número racional. Y así funciona con cualquier división que no dé problemas (por ejemplo, que no divida entre cero).
La palabra "racional" proviene del latín ratio, que significa "razón" o "relación", porque justamente un número racional es una relación entre dos números enteros.
Ejemplos de números racionales: del libro de matemáticas a la vida real
Los números racionales no se limitan a las fracciones simples. Están por todas partes:
- Fracciones como 1/2, 3/8 o -5/6.
- Decimales finitos, como 0,25 o 1,75.
- Decimales periódicos, como 0,333... o 2,181818…
- Números enteros como -3, 0 o 9, ya que pueden escribirse como fracciones con denominador 1.
Piénsalo así: si puedes escribir un número como “algo dividido entre otra cosa”, entonces es racional. Incluso si el número parece “normal”, como un 5 o un 0,25, sigue siendo racional porque puedes escribirlo como 5/1 o 25/100.
Todo número racional tiene una representación decimal que es finita (se termina) o periódica (se repite sin fin, como 0,666...).
Diferencias entre números racionales e irracionales
Antes de ver las diferencias, hagamos una pequeña introducción: en matemática, los números no se agrupan al azar. Cada grupo tiene reglas y características propias. Así como los racionales pueden escribirse como fracciones, hay otros números que no se pueden expresar así. Entender esta diferencia es clave para avanzar en cualquier ejercicio o problema matemático que los involucre.
Un número irracional no puede expresarse como fracción entre dos enteros. Su representación decimal es infinita y no periódica. Ejemplos típicos de números irracionales son √2, π (pi) o e (el número de Euler). En otras palabras: los irracionales son como esos números “rebeldes” que no se pueden escribir como fracciones exactas. Sus decimales no terminan nunca y tampoco siguen un patrón. Son infinitos y desordenados.
Números racionales e irracionales ejemplos
- Racionales: 2/3, -4, 1.5, 0,75
- Irracionales: √5, π, e, 0,1010010001...
Un truco simple: si el número tiene decimales que acaban o se repiten siempre igual, es racional. Si los decimales siguen y siguen sin sentido, es irracional.
Propiedades de los números racionales: lo básico que necesitas saber para entenderlos
Los números racionales poseen características que los hacen fundamentales en la enseñanza y en la resolución de ejercicios matemáticos:
- Cerradura: el conjunto de los racionales está cerrado bajo suma, resta, multiplicación y división (excepto por cero).
¿Qué significa esto? Que si sumas, restas, multiplicas o divides dos números racionales, el resultado también será racional. No “sales” de ese grupo.

- Densidad: entre dos números racionales siempre hay otro número racional.
Imagínate esto: si en una regla tienes el número 1 y el 2, puedes encontrar entre ellos el 1,5. Pero también puedes encontrar el 1,25… y luego el 1,125… y así sin parar. Siempre hay otro racional en medio. - Relación con otros conjuntos: los racionales incluyen a los números naturales (1, 2, 3…), a los enteros (como -5 o 0), y forman parte de los reales (junto a los irracionales).
Es decir: los racionales son una gran familia que incluye a muchos otros números que ya conoces. - Equivalencia: varias fracciones pueden representar el mismo valor.
Ejemplo claro: 1/2, 2/4 y 4/8 son distintas formas de decir lo mismo. Si te comes 2 de 4 pedazos o 1 de 2, estás comiendo la misma cantidad.
Operaciones con números racionales: ejemplos fáciles para entender cada caso
Trabajar con racionales requiere dominar varias operaciones básicas:
- Suma y resta: si las fracciones tienen el mismo denominador, se suman los numeradores. Si no, se busca un denominador común.
Un ejemplo muy sencillo: 1/4 + 2/4 = 3/4. Pero si tienes 1/3 + 1/2, primero conviertes las dos a un mismo tipo de “pedazo” (por ejemplo, en doceavos) para poder sumarlas. - Multiplicación: se multiplican los numeradores entre sí y los denominadores entre sí.
2/3 × 3/4 = 6/12 = 1/2 - División: multiplicas por el inverso de la segunda fracción.
2/3 ÷ 3/4 = 2/3 × 4/3 = 8/9 - Inversos: el inverso aditivo es el número con el signo cambiado. El inverso multiplicativo es “darle la vuelta” a la fracción.
Inverso aditivo de 5/6 = -5/6, inverso multiplicativo de 5/6 = 6/5
¿Y por qué importa esto? Porque muchas operaciones matemáticas (como resolver ecuaciones o fracciones en física o química) necesitan usar estos inversos para simplificar o despejar valores.
El número 0 es racional. Aunque a veces se pasa por alto, el 0 puede expresarse como 0/1 o 0/100, y por tanto, forma parte del conjunto de los números racionales. Además, cumple todas sus propiedades… salvo una: no tiene inverso multiplicativo.
Aplicaciones de los números racionales en la vida cotidiana
Aunque a veces los aprendemos memorizando reglas, los números racionales están presentes en cada aspecto práctico:
- Fracciones en recetas: 3/4 de taza de harina, 1/2 cucharadita de sal…
- Cálculos financieros: porcentajes, descuentos, tasas de interés…
- Mediciones: longitud, peso, temperatura, volumen.
- Educación física: tiempos, distancias, promedios.
- División de recursos: repartir cantidades en partes iguales.
Así que cada vez que cocinas, pagas algo, haces deporte o compartes una pizza, estás usando números racionales. Y ni siquiera tienes que hacer cálculos complicados para hacerlo.
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La matemática es la música de la razón.
James Joseph Sylvester
Después de todo lo que hemos visto, es fácil darse cuenta de que los números racionales no son solo un tema de colegio o de libros de matemática. Son herramientas reales, útiles, presentes en la cocina, en el supermercado, en un presupuesto familiar, en una receta, en una factura. Nos ayudan a tomar decisiones, a repartir, a calcular, a entender el mundo con mayor precisión.
Y es que saber sumar fracciones, reconocer un decimal periódico o entender cómo funciona una división con racionales no es solo cuestión de aprobar un examen. Es saber cómo se miden las cosas, cómo se reparte el tiempo, cómo se calcula un precio justo o se entiende un descuento. En resumen: los números racionales son una forma de organizar la vida.
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